Tú eres mi frontera más palpable, a ti te puedo mirar directamente a la cara y te puedo increpar por qué no me dejas ver lo que me une a mi origen, a mis pensamientos más bellos. Tú oprimes, y te atreves a tocar, a empapar de melancolía todo aquello que cubres con tu manto. Sólo los más altos y erectos elementos se escapan de tu vasta dimensión, te penetran y se liberan del pesar al que nos sometes.
Eres una aduana sin límites que sella sin principio ni fin nuestro anhelos, que no deja lugar ni oportunidad a la esperanza. El sol, la luz, el inmenso azul están al otro lado pero nos son inaccesibles, sólo nos atrevemos a soñarlos, a esperar a que sean desvelados. No sabemos cuánto tiempo has decidido quedarte, pero sí que cuando emprendas el vuelo, nuestros corazones latirán al unísono y todos nos sentiremos habitantes de un mismo mundo, de un mismo cielo.
A la "niebla alta" que a veces cubre Erlangen.
Genial ¡compañerita!. Sugerente, mistérica como el halo de una niebla que ensordece llos sonidos y amaina la luz. Vas dando con la tecla. Este texto me ha gustado sobremanera. TONIO
ResponderEliminarGenial ¡compañerita!. Sugerente, mistérica como el halo de una niebla que ensordece llos sonidos y amaina la luz. Vas dando con la tecla. Este texto me ha gustado sobremanera. TONIO
ResponderEliminarGenial ¡compañerita!. Sugerente, mistérica como el halo de una niebla que ensordece llos sonidos y amaina la luz. Vas dando con la tecla. Este texto me ha gustado sobremanera. TONIO
ResponderEliminar